A mi una vez la Musa me dijo:
Cuida que tu voz no llegue tarde a su canción.
Yo quisiera a veces renunciar a este designio, que me redime sin embargo, no sin antes manifestar su mensaje inequívoco:
La verdad se disfraza de poesía para intentar rasguñar la sombra de un perfume inalcanzable.
Para qué tantas palabras si todo se resume en un silencio.